SÁBADO POR LA NOCHE

 

Puedes comenzar esta oración diciendo:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

- Oh Dios ven en mi ayuda.
- Apresúrate, Señor a socorrerme (nos).

- Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
- como era en un principio, ahora y siempre,
  por los siglos de los siglos. Amén


  • HIMNO 

Si quieres escucharlo, pincha aquí

1. Jesús, estoy aquí,
Jesús, que esperas de mí,
mis manos están vacías
que puedo ofrecerte.
Solo sé que quiero ser diferente.

Jesús, estoy aquí
Jesús, que esperas de mí,
mis ojos temen al mirarte
quisiera poder enfrentarte.

Amar como tú amas,
sentir como tu sientes,
mirar a través de tus ojos.
Jesús.

2. Contigo mi camino es difícil
me exige abrir un nuevo horizonte
en la soledad de mi noche.
Jesús.

No, no puedo abandonarte,
Jesús en mi penetraste
me habitaste, triunfaste
y hoy vives en mí.

 

 

 


  • EXAMEN DE CONCIENCIA

Al terminar el día nos ponemos en presencia del Señor para mirar el día que termina:

- Bendice al Señor por los momentos
  en que fuiste consciente de su cercanía;

- da gracias al Señor por los dones
  que te ha dado durante el día;

- pide perdón por el mal que hiciste
  o el bien que dejaste de hacer.


  • SALMO

SALMO 4
Acción de gracias

El Señor hizo maravillas al resucitar
a Jesucristo de entre los muertos. (S. Agustín)

Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío;
tú que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mí y escucha mi oración.

Y vosotros, ¿hasta cuando ultrajáis mi honor,
amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?

Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,
el Señor me escuchará cuando lo invoque.

Temblad y no pequéis, reflexionad
en el silencio de vuestro lecho;
ofreced sacrificios legítimos
y confiad en el Señor.

Hay muchos que dicen: 
"¿Quién nos hará ver la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?"

Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría
que si abundara en trigo y en vino.

En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo.

Gloria al Padre, al Hijo...

 

  • LECTURA BREVE:                                                Deuteronomio 6,4-7

Escucha Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con todo el alma, con todas tus fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria; se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.

 

  • PADRE NUESTRO...

 

Para alabar al Señor al terminar el día puedes rezar
el Cántico de Simeón (Lc 2,29-32).

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,
porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos:

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo...

  • ORACIÓN
          

Guárdanos, Señor, durante esta noche
y haz que mañana, ya al clarear el nuevo día, 
la celebración del domingo nos llene
con la alegría de la resurrección de tu Hijo,
que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén

 

La Iglesia concluye la oración de la noche, invocando
a la Virgen María. Puedes rezar el Ave María u otra oración mariana.

Al terminar la oración puedes decir:

El Señor me (nos) conceda
una noche tranquila y una muerte santa. Amén