SÁBADO
PRIMERAS VISPERAS DOMINGO I

 

Puedes comenzar esta oración diciendo:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

- Oh Dios ven en mi ayuda.
- Apresúrate, Señor a socorrerme (nos).

- Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
- como era en un principio, ahora y siempre,
  por los siglos de los siglos. Amén

  • HIMNO

1. Ya no temo, Señor, la tristeza,  
ya no temo, Señor, la soledad;    
porque eres, Señor, mi alegría,  
tengo siempre tu amistad.                      

Cristo está conmigo           
junto a mi va el Señor, 
me acompaña siempre,            
en mi vida, hasta el fin.          

2. Ya no temo, Señor, a la noche,   
ya no temo, Señor, a la oscuridad;    
porque brilla tu luz en las sombras,
ya no hay noche, tú eres luz. 

3. Ya no temo, Señor, los fracasos,
ya no temo, Señor, la ingratitud;
porque el triunfo, Señor, en la vida,
tú lo tienes, tú lo das.

4. Ya no temo, Señor, los abismos,
ya no temo, Señor, la inmensidad,
porque eres, Señor, el camino,
y la vida y la verdad. Amén

 

 

 

          

  • SALMO

SALMO 140,1-9
Oración ante el peligro

El humo del incienso subió a la presencia de Dios,  de mano
del ángel, en representación de las oraciones
de los santos. (Ap 8,4)

Señor,  te estoy llamando,  ven de prisa
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.

Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinar mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.

Que el justo me golpee,  que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume
mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.

Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino,  rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.

Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del brazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en un principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

 

  • CÁNTICO                                                                  Filipenses 2,6-11

Cristo, siervo de Dios,  en su misterio pascual

Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario,  se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.

Y así,  actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el "nombre-sobre-todo-nombre ";
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo,  en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame :
Jesucristo es Señor,  para la gloria de Dios Padre.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en un principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.  Amén

 

  • LECTURA BREVE:                                      Romanos 11,33-36

¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus juicios y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás la mente del Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero para que Él le devuelva? Él es el origen, el camino y el término de todo. A Él la gloria por los siglos. Amén


Sugerencias de Lecturas :

ADVIENTO: 1 Tesalonicenses 5,23-24
NAVIDAD: Gálatas 4,4-5
CUARESMA: Deuteronomio 7,6.8-9
PASCUA: 1 Pedro 1,18-21

 

Si  oras en grupo,  puedes entonar un breve canto responsorial. 

  • MAGNIFICAT

Te aconsejo rezar el Magníficat, el Himno de la Virgen María, con que la Iglesia cada tarde bendice al Señor (Lc 1,46-55).

Proclama mi alma la grandeza del Señor
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho grandes obras por mí;
y su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes.
y a los ricos los despide vacíos
.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abraham y de su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo...

 

  • PADRE NUESTRO...

 

  • ORACION

Oh Dios, Tú has prometido permanecer
con los rectos y sinceros de corazón;
concédenos vivir de tal manera
que caminemos siempre en tu presencia.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

 

Al terminar la oración, mientras te persignas puedes decir:

 

El Señor me (nos) bendiga, me (nos) guarde de todo mal + y me (nos) lleve a la vida eterna. Amén